April 17, 2025

Cómo sobrellevar los cambios en la IA generativa como un creativo

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Creo que como copywriter y creadora de contenido también tengo algo que decir dentro de la conversación sobre Inteligencia Artificial.

Y sería una mentira no admitir que la uso. Seamos honestos: si existen maneras de simplificar el trabajo y ser más eficientes, ¿por qué no aprovecharlas?

Hace tan solo unos meses escribí un blog sobre las 10 Herramientas de IA para mejorar tu escritura, así que no es un secreto que estoy metida en este mundo. Pero no me refiero solamente a generar ideas o escribir artículos completos con un clic, sino a tareas mucho más mundanas: resumir un párrafo largo, corregir la sintaxis de una oración o incluso ajustar el tono para conectar mejor con la audiencia. En esas pequeñas cosas, la IA puede convertirse en un gran aliado.

Persona dibujando arte ilustrada

La Inteligencia Artificial no es nueva en las herramientas creativas. Por ejemplo, quienes editan fotografía conocen bien la función de relleno según el contenido en Photoshop —sí, eso también es IA. Lo que sí es más reciente es el desarrollo de la IA generativa: una tecnología entrenada con tantos datos que puede crear nuevas producciones a partir de patrones aprendidos.

Y eso lo cambia todo.

¿Qué es la IA generativa?

Los modelos de generación de texto e imagen, conocidos como inteligencia artificial generativa, crean nuevas oportunidades para negocios y marcas. 

Estos modelos son capaces de crear contenido completamente nuevo: textos, imágenes, código, música, poesía… Lo que antes requería años de estudio o equipos completos, hoy está al alcance de una persona con una idea y un buen prompt.

Además, gracias al aprendizaje automático, predicen la siguiente palabra o imagen en base a miles de ejemplos previos. En otras palabras, está en constante aprendizaje de todo lo que ven y leen. 

Experiencia en celular

Sin embargo, para usar la IA generativa con eficacia, aún requiere participación humana, tanto al principio como al final del proceso. 

Porque… ¿quién le da los comandos? ¿Quién evalúa si ese contenido tiene sentido? ¿Quién decide si eso representa tu voz, tu marca, tu idea?

Ahora, ¿cuál es la discusión con la IA generativa en el campo creativo?

La llegada de la IA generativa no solo está transformando la forma en que trabajamos, sino también cómo pensamos sobre la creatividad en sí misma. Y eso nos enfrenta a preguntas profundas: ¿Qué es realmente original? ¿Qué es verdaderamente “tuyo” si parte de un modelo entrenado con el trabajo de millones de personas?

Es verdad que hay temas legales sin resolver. Las leyes de propiedad intelectual aún no logran alcanzar el ritmo al que avanza esta tecnología. Algunas plataformas sostienen que el contenido generado pertenece a quien escribió el prompt, otras se reservan derechos sobre el uso. Y en medio de eso, ¿qué pasa con todas esas obras que alimentaron estos modelos sin consentimiento explícito?

Pero más allá del aspecto legal, hay una conversación aún más importante: la del valor creativo.

Porque, seamos honestos, decir que “la IA va a quitarnos nuestros trabajos” ya suena un poco trillado. Esta conversación no es nueva. Ya la tuvimos cuando apareció la imprenta, cuando se inventó la fotografía o incluso con la llegada del diseño digital. En todos esos momentos se creyó que el arte iba a morir… y lo que pasó fue todo lo contrario: se democratizó, se hizo más accesible y se transformó. A eso lo llamamos desarrollo. A eso lo llamamos adaptación.

Proceso creativo

La creatividad siempre ha sido cíclica. El arte se inspira en el arte. La tecnología no es el enemigo: es simplemente otro reflejo de lo que somos como humanidad, de nuestro conocimiento colectivo y nuestra necesidad constante de expresarnos de nuevas formas. Sí, es cierto que necesita límites y regulaciones, pero también requiere que aprendamos a soltar un poco.

Pero bueno, ¿a dónde quiero llegar con toda esta explicación? Mi punto es que, actualmente la IA aún necesita intervención humana para crear el resultado deseado. Y ojo que digo “aún” porque seamos honestos, el futuro es incierto. Así que lo mejor que podemos hacer es adaptarnos. 

¿Qué podemos hacer? ¿Cómo podemos trabajar de la mano con la IA generativa?

  1. Experimenta con prompts: Juega, prueba, equivócate. Encuentra los comandos que generan contenido que realmente refleje quién eres. No te conformes con lo primero que sale.
  1. Usa la IA como punto de partida, no como resultado final: Inspírate con sus propuestas, pero no olvides aplicar tu toque personal. La verdadera magia sucede cuando tomas algo y lo transformas en algo tuyo.
  1. Automatiza lo simple, personaliza lo importante: A veces vale la pena tomarse más tiempo para lograr un mejor resultado. 
  1. Sé claro y conciso con tus instrucciones: Cuanto más claro seas, mejores resultados obtendrás. No se trata solo de pedirle a la IA que “haga algo bonito”, sino de guiarla como una herramienta.
  1. Entrena tu ojo crítico: La IA puede darte diez opciones distintas. Pero tú necesitas saber cuál es la que realmente vale la pena. Aquí es donde tu criterio creativo marca la diferencia.
  1. Revisa posibles sesgos: La IA también tiene defectos. Chequea siempre los términos de uso de cada plataforma y mantente atenta a posibles sesgos o errores en sus resultados.
  1. Y lo más simple, pero importante: Fluye con el cambio. Acepta las nuevas tecnologías como oportunidades y úsalas a tu favor. 
Mano humana y mano robótica de IA

Desde mi área de trabajo Chat GPT es una gran herramienta cuando necesito salir de apuros, pero al momento de ponerle mi toque personal, mi propia voz es lo mejor que tengo. 

Aún falta para que la IA sea perfecta, pero algo es certero: va a seguir avanzando. 

Así que la discusión ya no yace en si una empresa debería empezar a implementarla, sino más bien en ¿cómo te puedes acoplar?

Lo importante es reflexionar, ¿cuál es el valor que tú le das a tu trabajo? Y si tú lo valoras, ¿cómo puedes comunicarlo para que los demás también lo hagan?

La IA no elimina la creatividad. La potencia. La desafía. Nos obliga a reafirmar qué nos hace únicos. Y si sabemos usarla con intención, puede convertirse en tu mejor aliada. 

Inspira.

Trasciende.